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LOS BEBES (liir en el dialecto senegalés)

  • jibrilamohaded
  • 10 feb 2021
  • 5 Min. de lectura

Estoy aquí sentada frente al ordenador, tratando de decidir, sobre qué tema escribir, pero al colocar las manos en el teclado, quedo en blanco.

Por fortuna mientras cursaba los módulos de Arte terapia, como extensión universitaria de la Facultad de Medicina, que organizaba la escuela de Biodanza “Idehas Taller”, descubrí que es un estado normal y se llama “tiempo de latencia”, un compás de espera en los que aparentemente no pasa nada, pero pasa de todo.

Lo importante es aceptarlo, respetarlo, dejarlo fluir, sabiendo que en algún momento va a pasar. Es como cuando desocupamos nuestro placar por completo y nos preguntamos por donde comenzar a ordenar.

Y de pronto tengo una pista!!!: “tiempo de latencia”, “compás de espera” “creación”

¡¡¡Es momento de hablar de los LIIR (bebés en wolof).



Cuando una mujer queda embarazada, lo mantiene en secreto, no se publica, no se cuenta, obviamente que con el transcurso de los meses se hace más notorio, pero nadie se acerca para tocarle la panza o preguntarle de cuanto está, si es niño o niña y como se va a llamar.

Todo esto es para proteger a la mamá y a su hijo.

No dejan su ombligo al descubierto, ya que es una entrada y salida energética muy fuerte y puede haber energías dañinas para ambos, que ingresen por ahí.

Hace un mes nació en la casa familiar, el integrante más chiquito, durante todo ese tiempo nunca vi que a su mamá le hicieran algún comentario sobre su embarazo o futuro hijo.

Incluso se espera hasta el final, para preparar el ajuar del bebé.

Este bebé llegó a la vida un vienes 8 de enero, nació tempranito por la mañana, en el hospital del barrio y a la tarde ya estaba en casa.

Hago un paréntesis para contarles que aquí hay varios hospitales y centros de salud, la gente es adicta a los hospitales y las farmacias, contrario de lo que solemos creer.

Volviendo al relato, al día siguiente al nacimiento, fue el primer baño del bebé, aquí no se espera hasta que se le caiga el ombligo y es normalmente una de las tías la que se ocupa.

Luego comienza el ritual de los masajes, con manteca pura de karité, cuyos árboles son oriundos de este país.

Es algo increíble, la primera vez que lo vi fue con Khadi, casi me da un ataque, mi esposo, la colgaba de un brazo, de un pie, de la cabeza, yo los dejaba solos ya que al principio no podía mirar, pero a los pocos días me di cuenta de que la gorda disfrutaba y después quedaba relajada y por fin se dormía.

Aprendí la técnica para hacer masajes africanos a los bebés, y en otra oportunidad se la voy a mostrar.

Pero les confieso que colgarlos de la cabeza no es lo mío.

Aquí dicen que por haber estado doblados tantos meses dentro del vientre, necesitan que los estiren, por su bienestar físico, psíquico, emocional y espiritual.

A la semana del nacimiento se efectúa la “Ceremonia del Nombre” ya que en el islám, el nombre del bebé se da a conocer en ese momento.

Ese día se le rasura la cabeza, para quitarle su antiguo cabello y prepararlo para la nueva vida en la tierra.

Quien oficia la ceremonia, sopla el nombre a los oídos del recién nacido y luego lo dice en alta voz para que se enteren los asistentes.

A continuación, pasa de brazo en brazo y todos le dan la bienvenida con rezos, desde los mayores, hasta los más chicos.

Fue un muy emotivo porque sus padres decidieron ponerle el nombre del hermano de Bamba que falleció hace uno años atrás.

Y es el primer homónimo de la familia.

¡¡¡Bebé Ndaraw nos hizo llorar a todos!!!

Es frecuente ponerles nombre de algún familiar, sean abuelos tíos, primos y también de personalidades religiosas importantes.

Se cree que las características de la persona se transfieren a su homónimo, por eso hay que escoger bien el nombre.

Es como un sello energético-espiritual bastante fuerte.

Anteriormente les comente que en la cultura de los pueblos africanos, la canción es algo más que un entretenimiento. La canción acompaña en los momentos trascendentes y ayuda a comprender aspectos importantes de la vida. Tanto del presente como del pasado.

Los griots son las personas encargadas de transmitir el legado de los antepasados, la historia y los valores de cada pueblo a través de los poemas, las canciones y las músicas que han aprendido generación tras generación.

También hay griots en cada familia y son los encargados de hacer oficial el nombre del nuevo integrante. Cantan a los padres para explicarles cómo se tiene que educar a los hijos, qué hay que hacer para ser unos buenos padres, qué habían hecho sus padres por ellos y sus abuelos por sus padres, etc.

Estos acontecimientos son bastante diferentes de lo que estamos acostumbrados. Normalmente se llevan a cabo en la casa familiar, así que ese día todos nos levantamos bien temprano para prepararla, se alquilan ollas enormes para cocinar el tradicional cordero. Se arma una carpa estructural en la calle, y asiste toda la cuadra, más los invitados familiares.

Recuerdo el primer bautismo que presencié, casi me da un ataque de nervios. Llevaba poco más de un mes en África y nació “Ami” por aquel entonces vivíamos en la casa familiar de Touba, donde está la mamá de mi esposo. De pronto, unos días previos al evento, fueron llegando personas, que venían de distintas ciudades y éramos casi 200. Aprendí que mi habitación deja de ser mi habitación, cada vez que entraba había alguien distinto. Ahora me río de mi misma cuando recuerdo mi estado, que era bastante normal para alguien que no está acostumbrado.

Por supuesto, le eché la culpa a Bamba por no haberme puesto al tanto!!!

Un pequeño detalle a tener en cuenta, es que aquí te cae una visita y te dice sin previo aviso, me quedo a dormir.

Imagínense que loco todo!!!

Dos semanas después la casa vuelve a la normalidad.

Desde que estamos juntos, sea en España o en Argentina, hemos tenido visitas de senegaleses que se quedaban a dormir, así que poco a poco fui vivenciando esa costumbre.

Los parientes son “todos cercanos” pueden ser primos terceros o cuartos, no pasa nada, son primos y todos vienen.

Hay mucho show a mi modo de ver, porque me gustan las cosas más moderadas.

Por fortuna mis hijos nacieron fuera de Senegal, así que sus bautismos, los vivimos con mayor tranquilidad.

La madre se viste con los trajes típicos al igual que el padre, se peina y maquilla, es toda una súper producción, hasta se cambia de ropas dos o tres veces en el día.

Pasados unos días, la madre pone a su bebé en la espalda, es una manera de protegerlo, hace de escudo frente a cualquier cosa, además se forja un vínculo afectivo muy fuerte.

Primero con un paño lo sujeta bien y luego lo envuelve con una tela de protección.

Ahí está bien a gusto, ya que siente el corazón, el calor y olor de su mamá. Previo a esto el imán, que es como el párroco, pronuncia una oración y la sopla en la espalda de la mamá.


Una de las cosas que más me impacta en relación a los niños, es que aquí se los trata como personas, chiquitas pero personas en fin.

Se les habla normal y se les da poco a poco responsabilidades.

Crecen con una autonomía, independencia y empoderamiento admirable.

Continuará…




 
 
 

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