Papá Seck
Aquí es tan distinto el trato y respeto por los más grandes, es una educación que reciben desde niños.
Como lo comenté anteriormente, se trata de una gran cadena de delegación de responsabilidades, desde el más antiguo del grupo al más pequeño.
Muchas veces los sobrinos son más grandes que los tíos, sin embargo, se cumple la premisa de que primero en el tiempo primero en el derecho, por así decirlo.
Cuando son mayores, la opinión de todos es válida, sin embargo si se trata de una cuestión familiar, y no están los padres, o estando vivos, delegan en sus hijos la decisión final, la toma el hermano o la hermana mayor. El resto acepta porque considera que por el bien de todos tomó esa determinación y no por capricho o autoritarismo.
Ese respeto por “el orden”, lo advertí desde el día que llegué, el primer hijo, el segundo, el tercero y así sucesivamente…
A menudo me hacía recordar lo que viví años atrás cuando me tocó participar de algunas constelaciones familiares.
Recordé que Bert Hellinger había estado un tiempo en África, así que investigando un poco, descubrí que estuvo en Sur África, como misionero, mamando esta cultura que luego le sirvió de base para su investigación.
Les presento a “MAMÁ KHADI O ABUELA KHADI”, la más antigua de la familia, era 20 años mayor que su esposo, falleció hace 30 años. Dueña de una gran personalidad, en un cuerpito diminuto.
De carácter dulce y tranquilo, pero muy recta en educación.
Al hablar de ella todos la recuerdan con gran cariño, dicen que cuando dejó este plano, lo celebraron con alegría porque si que le sacó el jugo a la vida, se valía por si misma hasta el final!!!
No tuvo hijos, sin embargo era convocada por sus sobrinos, sus sobrinos nietos, como la Gran Mediadora Familiar, por su experiencia de vida, su temple de carácter forjado desde pequeña y su sabiduría.
Cada vez que había un conflicto, empacaba su maleta y viajaba a la casa de algunos de los sobrinos, a mediar. Permanecía mínimo un mes, hasta ver que las cosas retomaban su curso normal.
Lo importante era que el seguimiento era constante, porque cada tanto se daba una vuelta.
Vivió oficialmente hasta los 125 años, pero parece que tenía unos cuantos más.
Todo pasaba por ella, hoy ese rol lo comparten entre la mamá de mi esposo y su tío.
En ocasiones aconsejan, en otras deciden. Y esa decisión se cumple. A veces como lo puse más arriba, delegan en los hijos.
Hay una tradición que en algunas familias se mantiene hasta el presente, cuando una pareja joven contrae matrimonio, escoge a un abuelo o abuela muy querido, para que se vaya a vivir con ellos y así comenzar una educación de la pareja primero y la familia después.
Les va enseñando a través del día a día como es la mejor manera de hacer, que cuestiones está bien hablar, una vez que baja el nivel de tensión y cuáles son mejores de evitar o dejar pasar.
Elegido como mediador/a en la mayoría de los casos y como juez/a en otros.
Aquí no existen casas de retiro o geriátricos, ya que la familia se ocupa. Es un deber y un derecho. Es devolver todo lo que hicieron. A nadie se le ocurriría dejar a sus abuelos al cuidado de otras personas, salvo que por cuestiones de salud deban estar en un hospital.
Cuando les comento que en Argentina esto es muy diferente, aquí no lo pueden creer!!!
Aquí se aprende a ser responsable, a gestionar una familia desde muy temprano y eso lo comentaré en otra ocasión.-